La entrega de premios estuvo marcada por la diversidad
Hubo polémica porque Justin Bieber, que tenía la mayor cantidad de nominaciones, se fue con las manos vacías. Maluma por su parte, fue elegido el mejor cantante latino.
Prometía ser una gala por la igualdad y por la visibilización de los derechos del colectivo LGBTQ+, mermados en Hungría, y la vigésimo octava edición de los Europe Music Awards (EMAs) lo remarcó desde el inicio: “Esto se trata de respeto y de ponernos en pie a su favor”, ha dicho la presentadora, Saweetie.
Así, en una gala que por número de premios encontró en Ed Sheeran y BTS a sus máximos ganadores, con dos y cuatro galardones respectivamente, se vio también triunfar a la diversidad gracias por ejemplo a la primera actuación de su historia de una artista transexual, la joven alemana Kim Petras, quien se plantó de látex verde en el Papp László Budapest Sportaréna.
Fue una parte más de una declaración global de MTV, igual que el arcoris de colores del logotipo de este año, con el rosa bien presente, o la presencia de Olly Alexander, líder de Years & Years y protagonista de la reivindicativa serie “It’s a sin”, quien ha mostrado su apoyo a la adopción por parte de parejas homosexuales, porque “familia es familia”.
Ahí estaban también Imagine Dragons, cuyo vocalista, Dan Reynolds, es abiertamente gay, y sobre todo los integrantes de Maneskin, subvirtiendo los estereotipos clásicos de vestuario según el género, con su vocalista luciendo liguero y medias. Una gala para el recuerdo.
“Al crecer como gay en una comunidad de clase trabajadora, poder ver referencias en la TV me sirvió de gran ayuda (...)”, señaló Chris McCarthy, presidente de la cadena, cuando se anunció la sede de este año y defendió la decisión pese a las políticas emprendidas por el gobierno húngaro, en menoscabo de los derechos de los homosexuales.
fuente: LaViola