Californication
No todo es color de rosa, ni siquiera para los artistas de la música internacional, que normalmente están asociados a los lujos, a la buena vida, a la fama y porqué no, al poder. No vamos a negar que es real lo antes mencionado, pero también algunos pesares que ni todo su dinero, ni la fama, pueden mermar o erradicar.
La historia cuenta que Red hot chili peppers estaba a un paso de la perdición, hasta que llegó el disco Californication. Es sabido que cuando una canción es elegida para nombre de álbum, tiene aura, tiene algo que se destaca entre las demás. Y Californication casi no entra ¡fue la última en llegar! Tardó, costó y al final, hubo recompensa, pero vamos por partes.
Allá por 1998, RHCP estaba en crisis, el 50 por ciento del grupo tenía problemas de consumo de drogas y alcohol, había diferencias que parecían irreparables y además de estos asuntos internos, los productores no querían “agarrar” la tarea de llevar adelante un disco nuevo de esta banda. No había grises, era un extremo u otro, Anthony Kiedis y los suyos tenían la posibilidad de resignarse y dedicarse a otra cosa o aventurarse al lanzamiento de un nuevo disco con destino incierto. Terminaron con uno de los mejores álbumes de su carrera, Californication salvó a Red hot chili peppers. #Dato: Al Duque Blanco David Bowie se le ofreció producir el disco y se negó sin dar mayores explicaciones.
La canción es una obra maestra, en cuanto a la letra, a la composición de las melodías y… en cuanto al video. Con recursos novedosos para antes de ingresar a los años 2000, el grupo se destaca con sus versiones animadas simulando ser personajes de un videojuego, muy real y bien logrado para el fin de la década del `90.
Casualmente en este mes, el tema, el video y la obra de la banda, cumplen 21 años. El clip tiene más de 700 millones de reproducciones, nada mal para un material que podría haber no existido.
"Va a ser la mejor del disco. Es la mejor letra que he escrito desde hace mucho tiempo" explicaba Anthony Kiedis al resto del grupo y auguraba un futuro casi perfecto, no se equivocó. Así hablaba de su “piedra preciosa”.