El músico se presentó con Set1, su último material
Flotamos, Lisandro Aristimuño volvió a Salta.
Con Set1 como puente, el músico del sur del país regresó a tocar en vivo y como siempre lo hace, con un show distinto, atractivo, conceptual y fiel a su estilo, con la excelencia como característica principal.
Si hace algunos años alguien nos decía que Aristimuño agarraría la loopera como para darle batalla a cualquiera de los DJs del momento, no lo creeríamos… Y ahí lo tenés.
En el espectáculo del miércoles 9 de noviembre en la Usina Cultural de Salta, sonaron versiones en vivo de todo su repertorio a la fecha, todas canciones con “intro” y “uotro”, ningún tema se enganchó con otro y por parte del público más allá de los aplausos sostenidos durante unos buenos minutos detrás de cada interpretación, también primó mucho el silencio. Algo que el propio artista interpretó como “respetuoso”, Lisandro dijo estar recibiendo buenas vibras y energías en su nueva visita a la provincia.
Con visuales minimalistas y audios de la actriz Mercedes Morán grabados especialmente para la ocasión, el show de Aristimuño tuvo varios momentos de clímax, sin duda cuando el músico abandonaba su asiento para “jugar” con la loopera, se lo veía disfrutar mucho y ese disfrute nos alcanzaba a quienes permanecíamos cómodos en nuestras butacas, tanto de abajo como de arriba, el show de principio a fin se escuchó con claridad y perfecto, cada una de sus guitarras, los distintos micrófonos, las grabaciones que hacía en vivo para algunas canciones, el ‘zapateo’ por los pedales, porque sus pies iban y venían buscando el detalle que diera el toque a cada pieza y así fue, así se sintió, una delicadeza en cada nota, una obra de arte. Párrafo aparte para las luces, acompañaron en todo momento y con un sentido.
Si ya cuando el artista terminaba un tema, los aplausos eran sostenidos por varios minutos, quizá era de esperarse que al despedirse le pidiéramos otra, Lisandro se fue y volvió para el bis, no mucho más que dos canciones y entonces sí, la despedida definitiva. Aristimuño dijo “chau” después de entregar una noche para el goce, en la que reconoció que tiene canciones tristes, sin ninguna salvedad, que son todas así, pero que bueno, él compone así… Después de tomar un vaso de vino mientras interpretaba su música que tanto nos gusta y después de manifestarse muy contento por volver a actuar en Salta.