Una obra cómica, reflexiva y emocionante
Roly Serrano presentó su espectáculo unipersonal en Salta, cerró una gira y agradeció poder actuar en la provincia en la que nació, "yo soy de acá", dijo el actor y agradeció el reconocimiento que le hicieron la noche del 23 de noviembre en la Usina Cultural.
“Rolando”, tal como se titula la obra contó con libro y dirección de Alfredo Megna, una vez en escena sabríamos que a Roly no le gusta que le digan “Rolando”. También conoceríamos que el guión tendría varias modificaciones para mencionar lugares de Salta como Guachipas, La Merced, El Carril, entre otros, sitios en los que Roly pasó la primera parte de su vida y recolectó anécdotas.
Todos eran recuerdos que venían a su mente ante dos internaciones reales que tuvo el actor por cuestiones de salud y en una de esas instancias -comentó en una entrevista- vio pasar su vida en diez minutos… 9, 8, 7, decía la cuenta regresiva mientras la anestesia hacía efecto y llegaban los recuerdos. Su hermana, su padre, una amiga, sus amores, los desencuentros amorosos y la soledad. También el personal profesional que lo asistió en ambas oportunidades y la última, que se complicó y por momentos parecía que “no salía”.
En Rolando, el actor se permite la poesía, la crudeza de sacar afuera la charla con la conciencia, monólogos que ya sabíamos, iba a interpretar de manera excepcional. Jugando con su voz, poniendo el tono preciso en cada palabra, haciendo reír y por supuesto, emocionar hasta las lágrimas.
¿Por qué no me cuido, por qué no me quiero?, resonó en la sala y quedó flotando, el texto se repite en otro momento de la obra para dejar en claro que es retórico y también duda existencial.
Él, sentado en una silla de ruedas arriba del escenario, se paseaba contando distintos momentos de su vida hasta aquí, las luces terminaban de darle el toque a cada escena y un experimento frente al espejo, que le propone su amiga y creía podría sortear con facilidad, lo hace caer en la cuenta de lo complejo que es, de lo difícil que es, la vida en general y ciertos momentos en particular.
Graciosa, reflexiva y emocionante, así es la propuesta del gran Roly Serrano en Rolando, su unipersonal.