Basado
El último trabajo de Dillom, "Por cesárea", es una inmersión en el mundo del thriller psicológico con la participación especial de Calamaro y Lali Espósito. Desde su primer tema, "Últimamente", Dillom establece el tono de su álbum como una experiencia cinematográfica, donde el protagonista se enfrenta a las consecuencias de sus decisiones. Este no es un álbum para escuchar al azar; es una obra conceptual que debe disfrutarse de principio a fin.
El sonido de "Por cesárea" evoca la estética de los años 90, con influencias de bandas como Beastie Boys y Nirvana, y hasta se aventura en el terreno del post-rock. La influencia de Charly García, especialmente su álbum "La hija de la lágrima", se siente en la oscuridad y la textura del disco, aunque aquí el enfoque está en un personaje ficticio que lucha con su cordura.
El álbum avanza como una película, con canciones que intensifican la angustia del protagonista. Desde el pop de "La novia de mi amigo" hasta la obsesión retorcida de "Cirugía", cada pista profundiza en la desesperación del personaje central. Las colaboraciones con Calamaro en "Mi peor enemigo" y Lali Espósito en "La carie" añaden capas de complejidad a la historia.
El clímax llega con el tríptico final de "Buenos tiempos", "Muñecas" e "Irreversible", que lleva al oyente al borde del abismo tanto musical como narrativamente. El impactante "Coyote" y el inquietante "Reiki y yoga" cierran el álbum de manera contundente, dejando a la audiencia reflexionando sobre lo que acaban de experimentar.
"Por cesárea" es más que un disco; es una experiencia sensorial que transporta al oyente a un mundo de paranoia y suspense, solo para devolverlo a la realidad al final del viaje, con la brillante y contagiosa melodía de "Ciudad de la paz". Es, en resumen, un gran disco que desafía las convenciones y lleva la música a nuevas alturas emocionales.